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Encuentra tu piscina ideal

A día de hoy, a la hora de construir una piscina en casa, nos va a resultar mucho más accesible gracias a la variedad de métodos de construcción disponibles y materiales existentes que el mercado nos ofrece. Las piscinas son zonas usualmente situadas en el exterior de la casa que nos proporcionan momentos de relajación y entretenimiento en temporadas de temperaturas altas. Uno de los grandes problemas que impiden tener una piscina, es su coste pero, como os mostraremos a continuación,  hay varios tipos y cada uno con sus pros y contras para poder ofrecer un amplio abanico de posibilidades a todo el público.

PISCINAS MONTABLES

Dentro de esta categoría entran todas las piscinas que no requieran de una excavación en el terreno para instalarla, es decir, que se construyen por encima del suelo. No suelen requerir mucho espacio ni tienen un gran coste, el problema está, debido a la estructura, en su durabilidad y resistencia.

También están las piscinas hinchables que son aún más fáciles de montar pero a la vez más delicadas. Estas son las opciones perfectas cuando no quieres liarte con la construcción de una piscina en el terreno a demás de que son más manejables y  se pueden transportar a cualquier sitio.

PISCINAS DE FIBRA DE VIDRIO

Estas piscinas se caracterizan por ya venir construidas de fábrica, lo único que hay que hacer es excavar el terreno donde se quiera introducir. Se caracteriza por llevar debajo de la fibra de vidrio una capa de resina y gel que forma una superficie no porosa, de manera que no es necesaria la instalación de ningún tipo de forro como en las de hormigón o acero.

Su instalación, dependiendo del tamaño y el terreno, conllevará entre una y dos semanas, las hay de infinidad de formas y con dibujos en mosaico de lo más variopintos.

Los pros de este tipo de piscinas son prácticamente su facilidad a la hora de reparar grietas e imperfecciones y la sencillez a la hora de realizar la limpieza que no requiere de tantos compuestos químicos para acabar con los microorganismos, como otros tipos de piscinas.

Los contras no son muy importantes, pero a la larga se acaba notando como la decoloración que sufren aparece tras estar tanto tiempo expuesta al sol o el hecho de que no sea conveniente vaciar la piscina por la tendencia que tienen a producir deformaciones y grietas si se da el caso.

PISCINAS DE HORMIGÓN

Este tipo es, sin duda, el que más tiempo de construcción requiere, debido a que en ninguno de los procesos de creación se utilizan materiales ya prefabricados o modulares que nos puedan marcar el terreno. Es el método más utilizado en el mercado gracias a su adaptación a las condiciones del suelo y su precio inferior al de una de fibra de vidrio. El tiempo medio de construcción ronda entorno a 8 o 12 semanas.

Su gran ventaja es la ausencia de límites a la hora de escoger tamaño forma y acabados, por lo que la piscina entera queda exactamente como el cliente desea. El gran problema que tiene, reside en la aparición de grietas o fisuras si se construye sobre un terreno poco firme.

PISCINAS DE ACERO

Las piscinas de acero inoxidable son las menos propensas a grietas, abolladuras, decoloración y demás imperfecciones que puedan aparecer con el tiempo en la superficie de nuestra piscina.

Tiene una vida útil bastante más prolongada que con otros materiales, por lo que económicamente sale más rentable a la larga, a demás de su rápida instalación gracias a los paneles ya prefabricados que se utilizan para cercar los límites de la piscina. Esta es la opción más recomendable por su durabilidad y resistencia, lo malo es que su coste es mayor que el de los otros métodos.